El estado inflamatorio del organismo es otro factor de predisposición al ataque del virus del  COVID-19.

Cuando el virus entra en nuestro cuerpo y se supera la fase de incubación y se empieza a desarrollar la sintomatología del estrés respiratorio tiene lugar  un fenómeno llamado “cascada inflamatoria” causado por citoquinas inflamatorias  interleucina 1 (IL-1), interleucina 2 (IL-2), interleucina 6 (IL-6), interleucina 8 (IL-8) y el factor de necrosis tumoral NTF entre otros y paralelamente también estimula la fosfolipasa A2 y se libera ácido araquidónico AA por la vía de la ciclooxigenasa ( vía inflamatoria que genera prostaglandinas E2, tromboxanos A2 y A4) lo que acaba produciendo un estrés oxidativo y se genera un estado inflamatorio importante en las células epiteliales pulmonares.

Algunos estudios nos permiten entrever que tanto el EPA  ( ácido eicosapetaenóico) que es un ácido graso poliinsaturado esencial de la serie Omegas 3 y la Vit D pueden frenar ésta cascada bioquímica inflamatoria desarrollada como resultado de la unión del virus a su receptor de membrana TLR (2,3 ) estos receptores constituyen una familia de proteínas que forman parte del sistema inmunitario innato.

Se recomienda dosis de 1 a 2 gr de EPA al día que permitirían ver resultados antiinflamatorios en las próximas 4 a 6 semanas y la dosis de Vit. D sería de 5,000 unidades.

Es recomendable incluir en nuestra dieta alimentos ricos en Omega 3 como pescado azul pequeño, salmón salvaje, caballa, frutos secos como semillas de lino, chía  mantener una dieta saludable  eliminando los alimentos pro inflamatorios ( embutidos, azúcares, harinas refinadas, productos con un índice glucémico elevado ya que niveles elevados de insulina son sinónimo de inflamación ) y en lo posible 10 a 15 min de sol sin protección con el fin de sintetizar Vitamina D y hacer actividad física para reducir el número de receptores de unión de Coronavirus en nuestras membranas celulares del tracto respiratorio.

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