Cuando estás estresado, también lo está tu tiroides
Todo parece ir mal esta mañana: no tiene café, hay mucho tráfico y puede sentir la tensión desde la punta de los dedos de los pies hasta la coronilla. Tal vez esté bajo presión constante en el trabajo o no pueda cumplir con sus facturas. El estrés es parte de su vida y, cuando está en curso, puede afectar todo, incluida la tiroides. Aprenda por qué esto es importante y qué puede hacer para ayudar a reducir los efectos del estrés en esta importante glándula.
Tu tiroides: el regulador de las funciones corporales
Situada en la parte anterior del cuello está la glándula tiroides. Como parte de su sistema endocrino (glándulas en el cuerpo que producen hormonas), la tiroides regula muchas funciones corporales que incluyen, entre otras:
- Ritmo cardiaco
 - Peso corporal
 - Temperatura corporal
 - Respiración
 - Fuerza muscular
 - Ciclo menstrual
 - Niveles de colesterol
 - Sistemas nerviosos central y periférico
 
Produce, secreta y almacena hormonas específicas. Dos de las principales hormonas producidas por la tiroides son la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4). Ambas hormonas afectan casi todas las células de su cuerpo; tener muy poco o demasiado de cualquiera de los dos puede alterar varios sistemas del cuerpo y contribuir a problemas de salud como:
- Pérdida de cabello
 - Pérdida / ganancia de peso
 - Ansiedad
 - Cambios de humor
 - Períodos menstruales perdidos
 - Sensibilidad a la temperatura
 
Cómo el estrés afecta la tiroides
El efecto del estrés en la salud de la tiroides es como un juego de dominó: cuando cae una ficha, normalmente sigue el resto. El estrés afecta la tiroides al influir en cómo se equilibran otras hormonas con ella. Por ejemplo, el cortisol (la hormona de «lucha o huida») puede aumentar debido al estrés crónico. Este aumento puede causar problemas con la producción de hormonas tiroideas, 1 presionando a esta importante glándula para que trabaje más para producir y liberar más hormonas tiroideas, lo que lleva a un desequilibrio. En consecuencia, si el desequilibrio se vuelve crónico, puede contribuir al riesgo de desarrollar un trastorno de la tiroides. 2
Otro ejemplo de desequilibrio hormonal es la resistencia a la insulina, en la que el cuerpo resiste la producción de insulina, lo que provoca un aumento de los niveles de azúcar en sangre. Esto conduce a otros problemas de salud asociados. Varias de estas afecciones a menudo ocurren con hipotiroidismo (cuando la tiroides no produce suficientes hormonas). ¿El resultado? Aumento de los productos del metabolismo del azúcar desregulado, lo que conduce a niveles más bajos de hormona estimulante de la tiroides (TSH) en la sangre. 3 La resistencia a la insulina también puede contribuir al agrandamiento de la tiroides y a la formación de nódulos. 4,5
También se ha demostrado que el estrés crónico aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad tiroidea autoinmune. 2 Al afectar el sistema inmunológico a través de los sistemas nervioso y endocrino, el estrés crónico puede «activar un interruptor» y aumentar el riesgo de trastornos tiroideos autoinmunitarios en las personas que tienen una predisposición genética. 2
Referencias:
- Ranibar S y col. Indian J Endocrinol Metab. 2011; 15 (1): 18–22.
 - Mizokami T y col. Tiroides. 2004; 14 (12): 1047–1055.
 - Walter K y col. Thyroid Res. 2012; 5:13.
 - Rezzonico J et al. Tiroides. 2008; 18 (4): 461–464.
 - Yunzhao T y col. Int J Endocrinol. 2017; 2017: 1617458.
 
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